Norte de Portugal en 3 días. Día 3

El tercer día salió lluvioso, así que hubo que sacar los pantalones de cordura. Lo primero de la mañana fue visitar el santuario del Bom Jesus do Monte, uno de los lugares más icónicos de todo Portugal, por su escalera y su funicular de energía hidráulica.











El funcionamiento es muy sencillo: son dos vagones conectados por poleas y cada vagón tiene un depósito de agua. Cuando está arriba con el freno echado se llena el depósito con agua del manantial, y el vagón de abajo vacía su depósito. Cuando el maquinista decida, suelta el freno y por el propio peso del vagón y el agua cargada, el vagón de arriba baja y como está conectado por poleas con el de abajo, el vagón de abajo sube. Más barato imposible.



No paramos mucho porque nos quedaban 500km de carreteras, y sin coger autopista hasta Campomanes.


Desde Braga arrancamos hacia Chaves por la N103. Es una carretera bastante ancha y buen firme, con algo de tráfico, y en continua ascensión. Es entretenida y vas mirando pueblos y paisajes de todo tipo. Cuando llegas a la zona de los embalses es cuando se vuelve más espectacular por los paisajes, y la altura que hay desde la carretera hasta los embalses. Hay un pequeño puerto que atravesamos metidos entre la niebla, y nos nos dejó verlo bien.



Bajando hacia Chaves vimos que lo de los incendios también se da en Portugal. Malditos, ojalá se quemaran vivos en uno de los que provocan.


Llegados a Chaves nos dimos una vuelta por el castillo y alguna callejuela. La verdad es que esperaba menos de Chaves y vi que hay más cosas que lo de comprar toallas (tampoco mucho más).








Ya después de comer arrancamos dirección Verin pasando por la vieja frontera, que siempre es curioso verlas. Atravesamos Verín y yo iba fijándome a ver cuántos putis veía, que me habían dicho que se disputaba el ser la capital de los putis contra La Jonquera y quería comprobarlo. Sí que es verdad que algo más hay pero tampoco exagerado como me habían dicho (o están bien disimulados).

Pero lo bueno fue justo al salir de Verín, un puertecillo enterito para mi solo hasta A Gudiña. Y de A Gudiña hasta A Rúa una carretera que ya conocí hace años cuando me perdí en una invernal, superentretenida, superrápida, buenos paisajes, y donde se me picó un coche nada más salir de A Gudiña. Menos mal que hubo tráfico y lo dejé atrás pq con tal de seguirme adelantaba de cualquier manera. Y yo no iba fuerte, iba en modo viaje con prisa.

Llegando a A Rúa se me encendió el chivato de la reserva, y contando con echar gasolina en O Barco resultó que no hay ni una puñetera gasolinera en toda la nacional. Pasé O Barco, paré en una salida, y el gps me las marcaba todas dentro del pueblo. Con 50km hechos en reserva los huevillos estaban en la garganta, así que tuve que dar la vuelta.

Ya que estaba allí seguimos por Puente de Domingo Florez para conocer ese tramo por las Médulas, y ya por hacer la tontería de no pisar autopista anduve de polígono en polígono desde Ponferrada hasta Bembibre.



Desde allí a conocer una carretera nueva, la de Tremor. Muy guapa, buenos paisajes, estrechina, cero tráfico, algún tramo un poco más roto que con la lluvia resbalaba un poquito. Acabé con la sensación de que sí se acortaba tiempo desde Ponferrada respecto a ir por Astorga hasta León y luego subir. Quizás no, pero por lo menos entretenido vas un buen cacho.

Y finalmente para rematar paramos en el bar frente a la ermita que siempre vi al pasar por Pajares, pero nunca había parado. Tiene buena tortilla.



Por primera vez en los 3 días pude grabar algo con la cámara de video.


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